La importancia del agua.
El agua, ese líquido básico para la vida. Todos sabemos que son agua no hay vida, que es el líquido elemento y que es vital para la vida, pero… ¿qué sabemos realmente de sus beneficios?.
Entre el 50% y el 65% de nuestro peso corporal es agua. El agua es esencial para la vida: transporta los alimentos y los gases, expulsa de nuestro cuerpo, mediante la orina y las heces, los productos de desecho, regula nuestra temperatura, lubrica nuestras articulaciones y contribuye a dar estructura y forma al cuerpo aportando rigidez a los tejidos pues el agua no es comprimible. Una correcta hidratación contribuye a mantener la piel tersa y joven, ya que la deshidratación aguda o crónica provoca que la piel se arrugue y resquebraje con facilidad.
Un adulto, en condiciones normales, necesita unos dos litros y medio de agua al día. Que puede obtener por medio de tres fuentes: el líquido que ingiere (alrededor de 1200 ml), de los alimentos que consumimos(unos 1000 ml), y del que produce el propio organismo como consecuencia del metabolismo, que equivale a cerca de 350 mililitros.
No se trata de dar aquí una clase de nutrición dedicada al agua, sino subrayar la importancia del líquido elemento para nuestra piel y por tanto, para vernos sanas y bellas. El envejecimiento va asociado a la desecación, a la pérdida de agua, que afecta a todos los tejidos del organismo, pero especialmente a la piel. Una buena hidratación desde la infancia ayuda a mantener una piel joven. Si nos preocupamos de hidratar nuestra piel con cremas, body milk, serúm… ¿por qué no nos preocupamos de hidratarla dónde es más importante?, empecemos por el principio, hidratarnos desde el interior.
La piel como cualquier otra parte del cuerpo necesita del agua para mantenerse hidratada. Esta representa entre un 70 y 80% de la composición química de nuestra piel, siendo de un 10% para la capa superficial y un 70% para las capas profundas. Es muy importante mantener la piel hidratada, ya que cuando falta agua en su capa superficial desaparece la humedad y los lípidos que la conforman. Es aquí cuando la piel se debilita y la deshidratación aumenta, quedando la epidermis expuesta a las agresiones externas. Entonces la piel se siente tirante e irritada.
Efectos de la deshidratación en la piel:
· Tirantez e irritación.
· Flacidez (pérdida de la elasticidad).
· Acumulación de células muertas.
· Aspecto opaco y grisáceo (falta de luminosidad).
· Aparición de líneas (apariencia ajada).
· Desestabilización del PH ( manto ácido).
· Sequedad y sensibilidad.
· Flacidez (pérdida de la elasticidad).
· Acumulación de células muertas.
· Aspecto opaco y grisáceo (falta de luminosidad).
· Aparición de líneas (apariencia ajada).
· Desestabilización del PH ( manto ácido).
· Sequedad y sensibilidad.
Así que, además de elegir una buena crema hidratante para nuestra piel, no debemos olvidarnos de hidratarla desde el interior bebiendo la cantidad suficiente de agua o líquido, y ojo, no sólo en verano, con el calor, en invierno la piel sigue necesitando hidratarse.
Pues yo bebo mucha agua, por eso que no sea, que de tanta lechita que produzco, parece que estoy en medio del desierto todo el diía =^._.^=
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