Una de pelos

   Hola, hola. Hoy vengo con un poquito más de mi. Es decir, algo más de mi pelo. Que sé que lo tengo largo larguísimo. Que hay quien pensará que esto es una ventaja, pero claro, eso siempre va a depender del tipo de pelo que tengas, porque si lo tienes como el mío que ni liso ni rizado y a veces las dos cosas a la vez, pues no sabes que hacer con él. Y sí, he dicho liso y rizadoa la vez, que en alguna ocasión me he encontrado con el lado derecho liso y el izquierdo medio rizado o viceversa.

   En fin, teniendo claro que mi pelo va acorde a mi personalidad, es decir, que es un caos. Hoy quiero compartir con vosotras dos soluciones rápidas y fáciles que en más de una ocasión me han sacado de apuros.

En primer lugar os muestro un moño o recogido facilito de hacer. Me gusta mucho, porque lo puedo usar tanto para el día como para la noche. Si es de día no uso ningún producto, pero si de lo que se trata es de hacer el peinado un poco más esmerado y formal, aplico espuma en los mechones para que queden mas  "peinados". La forma en que se hace es muy sencilla. En primer lugar me hago una media coleta baja y el pelo que resulta de ella lo recojo en anillas hacia arriba y lo voy trabando con trabillas. Con el resto del pelo hago lo mismo, voy recogiendo mechones al azar hacia arriba y los voy trabando según me parezca.

   El segundo peinado también lo he usado en alguna que otra ocasión en la que mi pelo ha decidido emular al Rey León. Lo llamaremos inspiración Subflava, ya que es ella con sus cientos de trenzas, la que me metió un día el gusanillo en el cuerpo para retomar este estilo de peinados. Es muy fácil, apartamos todo el pelo hacia el lado que queramos hacer la trenza. Comenzamos a trabajar por el lado contrario cogiendo pequeños mechones y haciendo una trenza a lo largo de la nuca. Cada vez que hagamos una lazada iremos añadiendo más mechones a la trenza hasta llegar al otro extremo donde completaremos el peinado. Para las que tenemos flequillo un poco largo, también podemos hacer una trenza para unirlo con el resto del peinado y así no tener que apartarlo una y otra vez a lo largo del día.

  Pues hasta aquí un ejemplo de mi pelea cotidiana con mis pelillos, que entre otras cosas, como veréis en la foto tengo mogollón de pelos nuevos que se revelan. En fin hasta aquí ha llegado hoy la cosa, como siempre espero que os haya gustado y que le saquéis el máximo partido.