Hola, hola. Hoy estoy de nuevo por aquí con uno de esos post que no se sabe muy bien si vienen a cuento, pero que de vez en cuando me gusta compartir con vosotr@s.
El caso es que estos últimos días ando muy ajetreada, no sólo por motivos personales, sino porque también he querido dejar el blog preparado de cara a las vacaciones de verano. Y no es que precisamente el blog sea una obligación, pero si es un pequeñín al que me gusta mimar. Entre las entradas pendientes y algún que otro compromiso que se me ha ido acumulando por aquí; y ante la inminente llegada de las vacaciones que me apartarán del blog durante los primeros 15-20 días de julio, he ido preparando algunas entradas que tenía pendientes y las he ido programando para estas fechas.
La primera semana de julio, la pasaré con mi marido resolviendo algunos asuntillos pendientes que van surgiendo a lo largo del año, y que sólo podemos solucionar juntos cuando ambos estamos en casa y es día laborable. Ya a partir del día 7 y hasta el 16 estaré paseando por Tenerife y disfrutando del precioso Hotel Las Águilas, el cual os recomiendo si tenéis pensado alojaros en el Norte de la isla, ya que es un hotel fantástico. Para que os hagáis una idea, nos ha gustado tanto este hotel que tripitimos.
Lo bueno de vivir en las islas es que tenemos todo a un tiro de piedra. ¡Qué nos apetece la tranquilidad de la naturaleza! Pues tiramos para el monte. ¡Qué nos apetece hacer senderismo! Pues nos vamos para el monte ¡Qué nos apetece hacer barranquismo! Pues nos vamos para el monte y vamos bajando hasta la playa. ¡Qué nos apetece playita! Pues ahí que nos vamos... En fin, que nos es más fácil escaparnos y encontrar una alternativa al relax que necesitamos, en ciertos sentidos; porque ya sabemos que todo no se puede tener...
Al ver la nueva campaña de Aquarius en la que hay personas que necesitan pueblos y pueblos que necesitan personas me he quedado un tanto sorprendida, porque la verdad es que nunca he tenido que experimentar esa necesidad. Luego me he puesto a pensar y ciertamente hay personas que agobiadas del frenético ritmo de vida que llevan puedan necesitar ir a un pueblo en busca de la paz. Y como es lógico, con la falta de trabajo y la necesidad aún más creciente de trabajo y dinero los pueblos se quedan más vacíos cada día, llegando algunos incluso a parecer auténticos pueblos fantasmas. Me parece estupenda esta iniciativa, la verdad.
yo tampoco he tenido nunca la necesidad de un pueblo, vivo en uno en la costa y no siento ese estres. Cuando estoy mal, a la playa a dar un paseo tranquilamente y estres fuera, un beso!
ResponderEliminarYo me ire a la playita con mi novio :P besos
ResponderEliminarhola guapa, menuda suerte vivir donde tú vives, aunque yo no me quejo porque me encanta Sevilla, pero nos falta la playa...gracias por compartir...besos enormes...
ResponderEliminarYo este año me quedo por aqui, haciendo planes en el dia :D Disfruta !!
ResponderEliminarPues yo este año no tendré playa, me conformaré con ir a mi pueblo, pero sin la ayuda de Aquarius!! Besos.
ResponderEliminarhttp://raqueleita.blogspot.com.es/
Yo pasaré otro año más en casa, como siempre, en 20 años que tengo siempre lo mismo, nada de darse un caprichito, y menos con esta crisis, en fin.
ResponderEliminarTú pásalo bien!!
Pues yo sí he sentido la necesidad de tener pueblo, en Madrid hay pocos gatos (hijos de madrileños, "puros"), casi todos somos hijos de emigrantes manchegos, extremeños, andaluces... Y mis padres nunca han sido muy de pueblo, a pesar de ser manchegos, así que siempre veía a todos mis amigos pasarse todo el verano en sus pueblos, y yo sola en Madrid, sin nadie, sin campo para correr, sin abuelos... Un drama, jajaja...
ResponderEliminarPues mira, yo me voy a mediados de agosto a Tenerife también, pero al sur ;)